domingo, 25 de febrero de 2007

LLUEVE SOBRE MOJADO

13:35 horas, Viernes, salón de música Scuola Italiana. 25 alumnos, todos hombres, esperando la ansiada salida de clases enclaustrados en musical recinto. Esperábamos el retorno de nuestro profesor Jorge Morán con el registro, para dar por terminada la clase con una pasada de lista. Los minutos pasaban como horas y nadie lograba asimilar la espera.

13:40 horas, Memito descubrió sobre el mesón catedrático 2 elementos de nuestro estimado profesor: su maletín café y su paraguas negro. Acto seguido y sin escrúpulos tomó el paraguas, lo abrió y comenzó a entonar una dulce canción: I’m singing in the rain, just singing in the rain, acompañado de una graciosa “performance” digna de Homero Simpson. Mientras bailaba y saltaba por todo el salón comenzó a notar que las risas causadas en los espectadores evolucionaban en enloquecidas carcajadas y llantos de risa, fue así como se detuvo un segundo y observó: el paraguas había mutado en una forma graciosamente cónica, dándose vuelta con respecto al bastón de sujeción quedando similar a un copihue colgando de su rama.

13:45 horas, la cara de felicidad y alegría de Guillermo cambió de inmediato notándose claramente su nerviosismo, como medida de emergencia colocó el paraguas boca a bajo presionándolo contra el suelo y pisándolo con el fin de recuperar su forma inicial. Esto sólo terminó por deformar aún más el paraguas causando el pliegue de muchos de los alambres de la estructura y el rompimiento de soportes y de la tela impermeable.

13:47 horas, algunos alumnos comenzaron a vigilar la llegada del profesor hasta que uno de ellos pronunció las palabras que menos quería escuchar Memito en ese minuto: Ahí viene el viejo! Con una reacción casi felina nuestro bailarín comenzó nerviosamente a dar vueltas y a apretujar la tela intentando dar la forma cilíndrica del paraguas cerrado, omitiendo la forma correcta de hacerlo y dejándolo obviamente en condiciones inservibles. Una vez terminado de retorcer y envolver el deforme arrollado, Guillermo volvió a ubicar el paraguas, o lo que quedaba de él, en su posición inicial sobre el banco del profesor.

13:48 horas, en un atisbo de inteligencia y estrategia escolar su amigo Marcello le dijo a Memín: Guillermo esconde el paraguas, apenas entre el viejo lo va a ver y va a cachar lo que pasó, mejor que piense que se le perdió o capaz que ni se acuerde que lo trajo. Haciendo caso del sabio consejo Guillermo tomó el paraguas nuevamente y lo escondió en la parte de atrás de la estufa del salón, donde se guarda el balón de gas, acto seguido entró rápidamente el Profesor a la sala sentándose en su banco y comenzando a pasar la lista, casi todos presentes.

13:55 horas, nuestro estimado profesor cierra el libro, toma su maletín con el registro y dice mientras camina hacia la puerta: Buenas tardes jóvenes. Una vez retirado Morán todos comenzamos a salir del salón riendo aún, sin asimilar bien lo que acabábamos de presenciar, quizás uno de los episodios más MEMOrables de nuestra adolescencia.

13:57 horas, finalmente permanecieron en el aula Guillermo, Marcello y unos pocos compañeros, Marcello volvió a aconsejar: Guillermo, mejor saca el paraguas de ahí, llévatelo y después lo botas fuera del colegio, si un auxiliar lo encuentra lo más probable es que le diga al viejo y te cachen. Guillermo retiró el paraguas del sagrado escondite abriéndose levemente en una señal de agonía, desparramándose la mayoría del esqueleto metálico como Palillos Chinos sobre el suelo, causando una nueva oleada de risas y carcajadas. Memito levantó cada uno de las piezas metálicas y las guardó de cualquier forma dentro de lo que quedaba de la tela del paraguas, guardándolo brutalmente dentro de su mochila y huyendo todos de la escena del crimen.

14:03 horas, ya nos encontrábamos fuera del establecimiento, prendiendo los cigarrillos y preparando los carretes del fin de semana. De repente alguien recordó: Y Guillermo? Qué pasó con el paraguas? Recordando lo sucedido Guillermo abrió su bolso, metió su gruesa mano dentro, tomó el deforme saco de alambres y lo introdujo violentamente en un basurero diciendo, aunque sin provocación de nuestro profesor: Viejo Cu...!

1 comentario:

PipeRB dijo...

Jajajajajajajjajajaja es que estoy viendo las manotas de gorila apretando las varillas... jajajajaja me estoy meandooooooo... Te pasaste socio, está genial la entrada. Ya se viene la de los coquitos, tranqui.